Fotos de Michael Duncan
ORLANDO—Carlos Lollett, pastor de Reality Church Miami, se dirigió a la reunión anual de 2024 de los Bautistas de Florida, y pidió a los asistentes que busquen una vida de consagración y que busquen inspiración en la historia bíblica de Josías en 2 Reyes 22-23.
Basándose en la vida del joven rey que reformó a Israel, Lollett describió tres características esenciales de una vida consagrada. Instó a los creyentes a seguir el ejemplo de Josías de determinación, redescubrimiento y derribo de ídolos.
“La única forma de acceder al poder de Dios es a través de una vida consagrada”, declaró Lollett, afirmando que Dios usa a las personas consagradas para cumplir propósitos profundos. Usando la historia de Josías como modelo, explicó que las marcas de una persona consagrada son una determinación inquebrantable, un redescubrimiento de lo que se ha perdido y el coraje de derribar los “lugares altos”: cualquier ídolo o distracción que compita con la devoción de uno a Dios.
Determinación inquebrantable
Lollett comenzó enfatizando la “determinación inquebrantable” de Josías de buscar al Señor. Señaló que a pesar de un trasfondo familiar turbulento, Josías hizo lo que era “correcto ante los ojos del SEÑOR” (2 Reyes 22:2). Lollett animó a los Bautistas de Florida a orar por la misma dedicación incansable para seguir a Dios de todo corazón, orando: “Dios, dame una determinación inquebrantable para buscarte”.
Redescubrimiento de la Palabra
Pasando a su segundo punto, Lollett describió la respuesta emocional de Josías al descubrir el Libro de la Ley, que los eruditos creen que contenía los primeros cinco libros de la Biblia. El hambre del rey por la Palabra de Dios, sugirió Lollett, debería inspirar a los creyentes a redescubrir su propia conexión con las Escrituras y las disciplinas espirituales. “Tal vez lo que has perdido es el Libro”, dijo. “¿Cuándo fue la última vez que la Palabra de Dios te corrigió?”
Derribando los lugares altos
En su punto final, Lollett abordó las acciones audaces del rey al derribar los “lugares altos”, o altares donde se practicaba la adoración falsa, negándose a dejar piedra sin remover. Trazando paralelos con el liderazgo contemporáneo, Lollett señaló que algunos líderes evitan desafiar los “lugares altos” dentro de sus propios corazones o congregaciones. “¿Cuál es el lugar alto en tu vida que no has destruido?”, preguntó, instando a los oyentes a eliminar cualquier cosa que pudiera desplazar su lealtad a Dios.
Lollett concluyó su sermón conectando la historia de Josías con el sacrificio máximo de Jesús en el Calvario. “Se puede vivir una vida consagrada porque hubo Uno que fue levantado sobre una colina en el Calvario”, dijo, recordando a la congregación la expiación de Jesús y el poder del Espíritu Santo para hacerlo.